Savia de Abedul y el riñón simbiosis plena, por sus propiedades diuréticas y purificantes.
Las hojas de abedul se utilizan en fitoterapia por sus propiedades diuréticas y purificantes, conferidas por flavonoides, óxidos sesquitepénicos, taninos (leucoantocianidinas), vitamina C, ácido betulínico, clorogénico y cafeico, resinas y aceites esenciales.
El aumento de las emisiones urinarias facilita la eliminación del agua y del exceso de sustancias acumuladas en el organismo, como el colesterol y los ácidos úricos que causan reumatismo y gota.
Por esto, la savia de abedul se utiliza en el tratamiento de la hipertensión y la retención de agua.
El efecto diurético también actúa de forma preventiva respecto a la formación de la renella y se convierte en una especie de antiséptico “lavativo” en las enfermedades del tracto urinario, como la cistitis.
La planta es también uno de los remedios en el tratamiento de la celulitis, ya que ayuda a la eliminación y desaparición de los nódulos fibroconectivos característicos de esta imperfección de la piel.
Savia de Abedul y el riñón, simbiosis plena, debido a que contiene dos heteroides capaces de liberar salicilato de metilo por medios enzimáticos con actividad analgésica y antiinflamatoria.
La propiedad desintoxicante está dirigida a nuestro sistema linfático. Que utiliza la potente acción drenante de la linfa del árbol para purificar el cuerpo del exceso de toxinas.
El mejor uso terapéutico de la savia de abedul es el del tratamiento de la celulitis, ya que reduce claramente el amasamiento y el componente doloroso, y elimina los líquidos estancados en los tejidos.