Chaga, el hongo del abedul, es un parásito que crece en el interior de los abedules , sobre todo en Eurasia y Canadá, y que tiene una tradición milenaria, como remedio médico casero, en países como China o Rusia.
Desde los años ’90 en Estados Unidos se empezó a prestar atención a este hongo que hoy causa furor en el país norteamericano.
Este hongo, también conocido como nariz de carbón, empieza a llegar ahora a Europa , donde comienzan a surgir artículos que hablan de sus supuestas bondades para la salud.
Entre otras, se citan propiedades antioxidantes, para reducir el colesterol, para ayudar a prevenir o tratar el cáncer (cáncer colorrectal, de mama, de útero, ), la pancreatitis, para bajar la tensión arterial, para fortalecer el sistema inmunológico o para reducir los niveles de azúcar en sangre.
Y lo cierto es que el hongo Chaga es un alimento rico en nutrientes.
No en vano se citan entre ellos la vitamina B, la vitamina D, el potasio, el rubidio, el cesio, los aminoácidos, la fibra, el cobre, el selenio, el zinc, el magnesio o el calcio.
Sin embargo, como explican algunos nutricionistas, esto no atribuye per se a un alimento el carácter de milagroso.
Se consume habitualmente en forma de té por su sabor amargo con notas leves de madera y vainilla. Su aspecto una vez preparado es similar a la de un café con leche pero con la particularidad de que no contiene cafeína. Rusia y los países bálticos son sus principales productores.
En España se puede adquirir en herbolarios y sitios relacionados con la medicina natural pero te recomendamos que antes de tomarlo consultes con un médico especialista.
Efectos secundarios para pacientes con diabetes
En el caso de las setas chaga,, las contraindicaciones tienen un papel destacado la presencia de una serie de componentes activos como los triterpenos, que aumentan el riesgo de hemorragias al hacer reacción con los medicamentos anticoagulantes. También interactúan con medicinas destinadas a controlar la diabetes como la insulina, aumentando el riesgo de hipoglucemia.
Los efectos positivos, como su capacidad inmunomoduladora gracias a los beta-glucanos que identifican como “no propias” las células cancerosas, lo postulan como agente quimioterapéutico.
Además, al nacer como un parásito en los abedules blancos recibe la betulina, un compuesto natural indigerible por los humanos hasta ahora. El hongo Chaga consigue el milagro.